DECRETO 134/1994, de 7 de junio, por el que se declara bien de interés cultural, con la categoría de monumento, el Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, Hospital Militar y Plaza de Alfonso XII (Antigua Iglesia, Convento y Huerta de la Orden de los Frailes Mínimos), en Málaga. 

Sección1. Disposiciones Generales
EmisorConsejería de Cultura y Medio Ambiente
Rango de LeyDecreto

I.El art. 13.27 de la Ley Orgánica 6/1981, de 30 de diciembre del Estatuto de Autonomía para Andalucía establece la competencia exclusiva de la Comunidad Autónoma en materia de Patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico y científico..., y el art. 6 a) de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español determina que se entenderán como organismos competentes para la ejecución de la Ley «los que en cada Comunidad Autónoma tengan a su cargo la protección del patrimonio histórico«. Asimismo, el art. 2 del Decreto 4/1993, de 26 de enero por el que se aprueba el Reglamento de Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía atribuye a la Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la competencia en la formulación, seguimiento y ejecución de la política andaluza de Bienes Culturales referida a la tutela, enriquecimiento y difusión del Patrimonio Histórico Andaluz, siendo, de acuerdo con el art.

5.3, el Director General de Bienes Culturales, el encargado de incoar los procedimientos de declaración de Bienes de Interés Cultural, el Consejero de Cultura y Medio Ambiente (art. 3.3), el encargado de proponer al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, la declaración, y competiendo según el art. 1.1 a este último, dicha declaración.

II.Entre los distintos puntos de interés que llevan a la declaración como B.I.C. del Santuario, destacamos en primer lugar la Iglesia, cuya organización responde a los ideales Contrarreformistas y mantiene evidentes relaciones con la arquitectura madrileña del siglo XVII, pues no hay que olvidar que su autor se desplazó hasta Málaga desde Madrid, a instancias del Conde de Buenavista, quien sin duda pretendía unos resultados arquitectónicos de calidad. El camarín-torre es pieza clave del barroco hispano, constituyendo el principal elemento del conjunto, no sólo desde el punto de vista de sus originalidades arquitectónicas y decorativas, llamadas a ejercer notable influencia en el barroco andaluz dieciochesco, sino también por su complejo contenido simbólico. Estructura arquitectónica y decorativa sirven para formular un programa simbólico-alegórico-místico, que tiene su punto de partida en los libros de meditación, emblemas, empresas, sermones, etc. permitiendo dilucidar las altas cotas de complejidad, erudición y cripticismo que alcanza la cultura barroca. El actual Hospital militar fue hasta 1835, convento de los Frailes Mínimos. A partir de ese año los bienes de la Orden fueron desamortizados y el recinto conventual se puso bajo la jurisdicción militar, que lo destinaría a la función sanitaria, que ha desempeñado hasta la actualidad. La fundación del Convento data de 1493, su proceso constructivo abarcó buena parte del siglo XVI, de ese período es el elemento más destacado que ha llegado a nuestros días, el claustro, en torno al cual se disponen las instalaciones hospitalarias. Situado junto a la nave del evangelio de la iglesia, es de planta cuadrada con cinco arquerías en cada lado que apoyan sobre columnas de mármol. El segundo cuerpo repite el esquema del inferior, si bien los arcos son rebajados. En las enjutas figuran bolas cerámicas, y en algunos puntos aparecen motivos de hojarasca carnosa, introducidos en las reformas de finales del siglo XVII.

Los jardines de Alfonso XII eran inicialmente huerta del Convento de los Mínimos. La Sociedad Económica de Amigos del País proyectó a principios del siglo XIX, su conversión en jardín botánico, si bien a partir de 1842 fue integrado en el barrio que rodeaba el Convento. Conserva aún importantes especies vegetales.

La iglesia tiene planta de cruz latina cuyos brazos se resuelven de forma absidal, está compuesta por tres naves, la central, de más altura que las laterales se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos, ceñida por arcos fajones que apoyan sobre pilastras cajeadas. Arcos formeros de medio punto lo comunican con las laterales, sobre los cuales se abren tribunas. La línea de entablamento contiene una rica decoración de hojarasca. A los pies de la nave central se halla el coro, dispuesto en alto sobre un arco carpanel, la capilla mayor es rectangular y está cubierta por una bóveda de cuarto de esfera nervada. El retablo que la preside fue ejecutado entre 1620 y 1661, está atribuido a Luis Ortiz de Vargas que trabajó junto a Pedro de Mena en la sillería coral de la Catedral Malagueña. En él intervinieron los escultores José Micael Alfaro y Jerónimo Gomez y el pintor Luis de Zayas. Tiene una disposición reticular con cuatro columnas de estrías helicoidales, llenan sus calles y remate paneles escultóricos de medio relieve que representan distintos pasajes de la vida de San Francisco de Paula, fundador de los Mínimos. La hornacina central permite vislumbrar el espacio «sobrenatural« y «mágico« del camarín, en el que se venera la Virgen de la Victoria...

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